Apretando el acelerador

ROSARIO CENTRAL

Por Ramiro Cupido

La flamante dirigencia canalla, hasta ahora, está cumpliendo. Prometió refuerzos y los trajo (y todavía faltan). En dos días, tres fueron los jugadores que llegaron al club de Arroyito: el sábado llegó el arquero uruguayo Jorge Bava, el domingo arribó el peruano Roberto Guizasola, y el mismo día pero por la noche, firmó el defensor uruguayo Sergio Rodríguez, quien en la última temporada defendió la camiseta de Quilmes, club con el que logró el ascenso a la primera división.

Parece que los dirigentes auriazules se pusieron las pilas y apretaron el acelerador para la llegada de refuerzos. Bien por ellos, y bien por Central, que ahora contará con tener en sus filas a un correcto defensor nacido hace 25 años en Uruguay: se trata de Sergio Rodríguez, zaguero central de 184 centímetros, que surgió futbolísticamente en Danubio de su país (con más de 100 partidos y mucha participación en certámenes internacionales), y que en el último semestre defendió la camiseta de Quilmes, donde tuvo el honor de ascender a la primera división de la mano del técnico Jorge Ghiso. Justamente el ex entrenador cervecero fue quien habló con “Mostaza” Merlo y aconsejó y dio el visto bueno para la llegada de este calvo defensor.

El flamante refuerzo llegó el día de ayer a la ciudad, donde se instaló en un hotel céntrico y se reunió con Gonzalo Belloso y el presidente Norberto Speciale. El vínculo contractual que firmó Rodríguez es a préstamo por un año y con una opción de compra. Según el defensor, se motivó mucho al escuchar que su nombre sonaba en Central, teniendo en cuenta la historia de este club y la calidad de jugadores de jerarquía con que cuenta el plantel, entre los que se destacan Christian González y Luciano Figueroa.

En otro orden, trascendió que el habilidoso volante ofensivo Miguel Caneo (ex Boca Juniors y Quilmes) está en la mira. El ídolo de Boyacá Chicó de Colombia tiene chances de llegar a Rosario Central, ya que el club cafetero tendrá que achicar el presupuesto debido a problemas económicos. Por ende, los sentidos canallas se agudizaron y, ni lerdos ni perezosos, desde la cúpula dirigencial enviaron una oferta por el jugador basada en un préstamo por un año en 250.000 dólares. Sin embargo, esta aceptable cifra no sería del agrado de los dirigentes de Boyacá Chicó, que pretenden más de 300.000 dólares, según contó el representante del mismísimo jugador.

Por estas horas, el clima de Rosario Central dista mucho del de semanas atrás. Las nubes que oscurecían el panorama canalla comienzan a disolverse, y el Sol empieza a iluminar el camino que llevaría al club a la primera división. Obviamente, este camino tendrá difíciles obstáculos que sortear, pero en Central, lo que sobra es la esperanza.